En el año 2012, se llevó a cabo el evento "Fall Into Depth" en Torrevieja, organizado por una compañía especializada en eventos de airsoft. Este evento innovador se centró en las interacciones entre los soldados, conocidos como Spartans, y una multitud de zombies que fui creando. El enfoque en las dinámicas entre estos dos grupos no solo añadió emoción, sino que también proporcionó un nivel narrativo dentro de la decencia, transformando la experiencia y manteniendo a todos los participantes completamente inmersos. La atmósfera se enriqueció con efectos especiales cautivadores, como atrezzo y luces estroboscópicas, lo que contribuyó a crear un ambiente de suspenso y tensión durante la filmación. Además, la base de la historia fue cuidadosamente diseñada para evocar tanto adrenalina como momentos de calma, convirtiendo cada instante en una aventura inolvidable que no se limitaba a la acción, sino que también invitaba a la reflexión sobre la supervivencia y la camaradería en medio del caos.
Una anécdota curiosa del rodaje ocurrió cuando fuimos detenidos por un control de la Guardia Civil camino del rodaje. Al abrir el maletero, los agentes descubrieron diversas prótesis y el material para caracterizar a los zombies. Sorprendentemente, en lugar de actuar con seriedad, comenzaron a tomarse selfies con las cabezas y las máscaras, lo que reflejaba su apertura y buen humor. Este instante, que podría haber sido potencialmente tenso, se transformó en un momento de camaradería y humor inesperado. Este episodio no solo alivió la atmósfera, sino que también evidenció cómo el ambiente festivo del evento se extendió a quienes, en otro contexto, podrían haber representado un obstáculo. Este tipo de interacciones subraya la idea de que el arte y la diversión pueden unir, incluso en situaciones imprevistas, demostrando que la creatividad y el entretenimiento pueden ser un puente entre diferentes realidades.
El rodaje comenzó en el puerto de Torrevieja, específicamente en el interior del submarino "El Delfín". Allí, utilicé una pequeña caseta que parecía de un pescador, un espacio bastante limitado, para maquillar a los actores. Aunque este entorno reducido representó un reto logístico considerable, se transformó en un taller creativo donde las ideas fluyeron de manera improvisada. Esto permitió que experimentáramos con conceptos de caracterización innovadores y técnicas de maquillaje que enriquecieron la representación de los zombies. La creatividad emergió a pesar del espacio, y cada rincón de la caseta se utilizó de manera ingeniosa, convirtiéndose en una cueva de Aladino para nuestra imaginación, donde cada recurso disponible se aprovechó al máximo. Este enfoque no solo ayudó a construir un universo aterrador y fascinante, sino que también fomentó un sentido de colaboración y camaradería en el equipo.
Posteriormente, nos trasladamos a una moderna urbanización para filmar el resto del metraje. Durante el proceso, creé más de veinte zombies con la inestimable ayuda de mi asistente Pamela Maxim, quien resultó ser esencial en la ejecución del proyecto. Su talento para el maquillaje y su habilidad para manejar la logística en medio de un día tan intenso fueron cruciales durante las 12 horas que estuve rodando sin descanso. A lo largo de ese día, cada zombie no solo era una representación visual impresionante, sino que también se concebía como un personaje único con su propia historia y motivos, todos eran habitantes locales transformados por el apocalipsis. Esto hizo que el proceso creativo fuera aún más fascinante y gratificante, formando capas de profundidad en la narrativa del evento.
A pesar del agotamiento que sentí al final, la experiencia fue sumamente divertida y enriquecedora. Aprendí lecciones valiosas que sin duda influirían en mis proyectos futuros, desde la importancia del trabajo en equipo hasta la capacidad de adaptarse a situaciones inesperadas, como el manejo de imprevistos en el rodaje que me empujaron hacia la improvisación de manera forzada. Cada reto y cada anécdota se convirtieron en lecciones que valoro hasta el día de hoy. La colaboración con otros apasionados del cine y el entretenimiento no solo enriqueció el proyecto, sino que también forjó lazos que perduran más allá del evento. Esto creó un sentido de comunidad vibrante entre todos los involucrados, donde cada miembro aportó su singularidad para formar una experiencia colectiva inolvidable que resuena en la memoria de todos los participantes y espectadores.
Gracias por su visita!
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